Atrapada otra vez, esto no podía ser posible, mis
peores días los he pasado aquí dentro, en más de una ocasión he sentido que la
cabeza me explotaría, cuatro paredes me mantienen demasiado lejos de
mi objetivo y ahora solamente trato de entender por qué pase por tanto para
terminar de esta forma. Lo ha conseguido una vez más, espero que no dure mucho,
aunque siempre encuentro la forma de escapar, solamente necesitaba conservar la
calma, ¿tiempo?, lo tengo de sobra, no es algo que me preocupé
demasiado, comencé a examinar cada
parte, cada centímetro de las paredes lisas de
un color blanco tan incandescente que hacían a mis ojos arder, no
lograba percibir nada, mi tacto estaba agonizando, mis yemas estaban muy ásperas,
la celda estaba debilitando mis sentidos, si tan solo existiera una ventana o
un ducto lo suficientemente ancho para que yo pudiera escapar, moví la cama y busque un mosaico salido, una
puerta en el piso, alguna salida y continué con todo el suelo, con las
esquinas, observé el techo, repentinamente encontré un ducto, por supuesto que
tenía que haberlo pero al acercarme me di cuenta de que era demasiado angosto, deje
que las luces y paredes me cegaran con tal de encontrar una salida, si siquiera
hubiera una forma de romper el pequeño vidrio de la puerta que deja ver el
pasillo de paredes azules, pero no sé si mi brazo alcanzaría a estirar hasta la
manija de la puerta. ¡Rayos!, esta vez “el gordo” lo hizo bien, no tiene margen
de error.
No hay comentarios:
Publicar un comentario